sábado, 27 de junio de 2015

Cuentos de la sala de espera: musica interruptus.

Lo mejor de las escuelas de música son los sonidos de los practicantes en ensayo, la mezcla de instrumentos que estando cada uno por su lado suenan a cultura y arte, desafinan para aprender y en ese ir y venir se siente la profundidad de un lenguaje universal, de un código ni tan secreto pero maravilloso, uno respira profundo y en esa inspiración toca la eternidad de las partituras compuestas hace un par de siglos...todo confluye en una grata y sublime experiencia. Y así estando en ese éxtasis sonoro...la realidad cae de golpe suena un celular y de nuevo estamos aquí y ahora, con la cotidiana vida normal...tratando de encontrar magia en la vida de afuera...al fondo alguien practica un clarinete y dos un violin, se destacan unos vientos y un tirirí de flauta. Pero por encima de todo un dispositivo móvil repicó.



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